martes, diciembre 5

ANIBAL: EL PEOR ENEMIGO DE ROMA



En el número de diciembre, podeis comprar al precio de 6 euros la Revista de Historia de National Geography y llevaros a casa el DVD : Aníbal el Peor Enemigo de Roma.



El vídeo dura 90 minutos, y está contado como si fuese una película.

Cabe destacar la gran documentación con la que se ha realizado este documental. Los triarios, princeps y velites, así como los guerreros celtas o sobre todo los íberos.




recomendable al 100 por cien (nota... existen copias de seguridad circulando por internet, pero por este precio, yo creo que nos podemos rascar un poco el bolsillo)

Argumento:

El mundo de Aníbal y de Escipión el Africano, de los enfrentamiento entre cartagineses y romanos, vuelve a la vida en esta producción de la BBC, a medio camino entre el documental y la ficción, realizada por Edward Bazalgette -director de la aplaudida "Genghis Khan", dramatización de la vida del jefe mongol- y por Ailsa Orr, productora de "Pompeya, el último día", docudrama nominado a los premios BAFTA y ganador de un Emmy.

"Aníbal, el peor enemigo de Roma", combina imágenes por ordenador, dramatizaciones filmadas de manera tradicional y la investigación histórica más rigurosa y actual para narrar la historia del hombre que enseñó a Roma el significado de la palabra miedo. Más de 400 actores, incluyendo extras y especialistas, han participado en esta impresionante producción protagonizada por el actor Alexander Siddig (el doctor Julian Bashir de la serie "Star Trek: Espacio profundo nueve", "El reino de los cielos", "Límite vertical"), que da vida a Aníbal Barca, el general cartaginés, admirado por Napoleón, al que todavía hoy se considera uno de los genios tácticos más grande de la historia militar.

Sinopsis Hacia el año 200 antes de Cristo, Roma era la potencia más floreciente del mundo antiguo. Con cada conquista, su imperio y la leyenda de su invencibilidad crecían a la par. En ese momento surgió un hombre destinado a desafiar todo lo que Roma significaba, un hombre decidido a vengarse por los daños inflingidos a su hogar, Cartago, en el Norte de África, el imperio que regía el Mediterráneo antes que Roma: Aníbal Barca, al que su padre Amílcar -al frente del ejército cartaginés en la Península Ibérica- había obligado a jurar odio eterno a Roma cuando sólo tenía nueve años.

A los 26 años, y ya al mando de las tropas que antes habían seguido a su padre, Aníbal ataca Sagunto, aliada de Roma, y la destruye, comenzando un enfrentamiento abierto con los romanos. Tras la victoria, con el apoyo de sus tropas y la confianza del senado cartaginés, Aníbal decidió realizar lo que podría ser el más audaz traslado de tropas de la historia. Con 40.000 soldados y 37 elefantes, marchó casi 2.000 kilómetros a través de la Península Ibérica, los Pirineos, las salvajes tierras de la Galia francesa y los peligrosos y temidos pasos de Alpes, en los que arreciaban fuertes nevadas. Desafiando a Roma en su propia tierra -un acto tan osado que muy pocos creyeron, en un principio, que fuera posible-, la campaña que a continuación se vivió fue tan violenta, salvaje y brutal que hizo temblar los cimientos de la gran potencia.

Aníbal derribó el mito de la imbatibilidad del Imperio Romano, venciendo a su ejército no sólo una, sino tres veces. Conquistó gran parte de Italia, hasta asegurarse el control de la zona sur en la batalla de Cannas, la última de sus grandes victorias -ante un ejército que lo aventajaba sobradamente en número- y la derrota más dura y aplastante que Roma recibió en toda su historia.

Sin embargo, Aníbal nunca llegó a atacar la capital. Mientras esperaba el momento oportuno y unos refuerzos de la Península o de Cartago con los que nunca pudo contar, Aníbal vio cómo las tropas de Publio Cornelio Escipión (Escipión el Africano) expulsaban a los cartagineses de Hispania y desembarcaban en África, cerca de Cartago, a donde Aníbal regresó para ser derrotado en la batalla de Zama por la única persona que consiguió vencerlo: Escipión el Africano, que había visto cómo su padre, su tío y su suegro morían a manos del ejército de Aníbal.

Con la derrota cartaginesa, y tras otros intentos de enfrentarse al poder de Roma, Aníbal se suicidó en Bitinia en el año 183 antes de Cristo, a los 64 años de edad, cuando iba a ser entregado a los romanos por el rey Prusias.

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