Aunque no tengo mucho tiempo, siempre me gusta entrar habitualmente en las páginas web de los grupos de las guerras cantabras. He de confesar que mis preferencias son las páginas de las Asociación Guerras Cantabras y de los Salaenos.
Siempre estoy deseando leer el acta de las reuniones en las que en el pasado participaba para saber que es lo que se cuece.
El otro día, leí en este acta la opinión de un representante sobre la fiesta:
“Este representante cree que lo que hay que hacer es quitar trabajo a los festeros. El no conoce ninguna fiesta en la que los festeros estén trabajando desde el primer día hasta el último. (...)
(…) El representante de los ……. de nuevo habla para decir que las personas que componen su grupo no quieren pagar para estar en la fiesta y encima trabajar. No está dispuesto a llamar a gente de su grupo para trabajar. Argumenta que la subvención que da la Asociación es para la degustación pero que además hay que reponer cabañas, mesas, etc... y esto no lo cubrimos.
El presidente le responde que esos gastos dependen de cada grupo, todos los festeros hemos gastado dinero pero estamos aquí porque nos gusta la fiesta y nadie nos obliga a estar. Si a alguien le supone mucho esfuerzo pertenecer a esta fiesta es libre de irse.
Añade que para conseguir esta fiesta hay que realizar una serie de tareas entre todos que intentamos repartir aunque a veces no se consiga. “
Parece que es una opinión común, pero me gustaría poner otro punto de vista.
“Si tío, la fiesta está muy bien pero realmente los únicos que la disfrutan son los festeros, la gente que viene a verlo, da un paseo por el mercado, ve algún acto, visita el campamento, pero los que realmente se lo pasan bien, sois vosotros”
Este comentario si que es generalizado entre las personas que nos visitan.
Yo siempre les digo que tiene que haber algún aliciente para ser festero. Si cualquiera pudiese vestirse de romano, participar en actos, comer barbacoa, para que iba a estar pringando. No estaría en ningún grupo ni asociación.
Esta fiesta es única, ya que todos trabajamos para todos (algunos más que otros), y la recompensa es muy grande, poder participar.
Si queremos que la gente nos visite, y vean lo que hacemos, tendremos que ofrecerles algo, y cada año mejor. Y eso es una fiesta de interés turístico nacional.
Deberíamos plantearnos todos que es lo queremos. La fiesta espontánea de los primeros años o una fiesta conocida a nivel nacional. Una fiesta para los festeros o un macrobotellón como Llanes (p.ej.).
Si no nos gusta como funciona la fiesta actualmente, es muy sencillo, nos presentamos en la próxima elección de la junta directiva, y dirigimos la fiesta hacia lo que creemos que es lo mejor. Pero claro, para eso, también hay que trabajar.
Igual el modelo que queremos todos, es una fiesta en la que todo el mundo se disfrace por el pueblo, y que el único aliciente sea, los actos de algún local de copas. Perdón, si ya existe, es el carnaval.