Aportado por Hyndra (muchas gracias):
MUJERES EN LOS CAMPAMENTOS ROMANOS
Con motivo de la efemérides del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, 8 de marzo, unos interesantes estudios, que revisan drásticamente el papel desempeñado por la mujer, en uno de los reductos tradicionalmente más masculinos...
las legiones romanas.
Nuevas evidencias ponen de manifiesto que los campamentos militares de las legiones romanas no eran un espacio exclusivamente masculino, sino que vivían y trabajaban mujeres, y además de una manera importante.
Así lo afirma la arqueóloga Dra. Penelope Allison de la Universidad Nacional de Australia, que recientemente presentó su estudio en la Australasian Archaeometry Conference, en Canberra.
“Estas no eran comunidades segregadas”, afirma Allison, que ha estado investigando especialmente los campamentos de las fronteras occidentales del Imperio, entre el siglo I y II d. de C.
“Todo parece indicar que hubo un considerable número de mujeres viviendo ahí, posiblemente como esposas, despachando en tiendas o trabajando como artesanas”.
“A los soldados de tropa no les era permitido tener esposas legalmente”, dice la Dra. Allison, “y se pensaba que las únicas mujeres a las que se les permitía vivir en los fuertes eran las esposas de los oficiales”.
“Se suponía que las demás mujeres, –fueran esposas o concubinas, prostitutas o comerciantes–, no vivían dentro de los campamentos”.
Según la Dra. Allison esta idea fue un tópico proveniente de la “actitud elitista” de los historiadores militares del siglo XIX, que pensaban que existía esta segregación sexista debido a que suponían que las mujeres “desbaratarían” la vida militar.
Pero, aunque los decretos romanos no permitían legalmente el casamiento de los soldados comunes, la realidad fue bastante diferente en los campamentos lejos del frente de guerra.
Un rastro de horquillas y cuentas de collar...
En un estudio original la Dra. Allison ha analizado los patrones de los objetos encontrados a lo largo de todos los fuertes que mantuvieron presencia femenina.
“La distribución de objetos perdidos y abandonados, nos habla mucho de las costumbres de la gente y de cómo usaban los espacios”.
Utilizando programas de ordenador realizó un mapa de la distribución de más de 30.000 objetos hallados. Encontró que muchos objetos usados por mujeres, como horquillas para el pelo, cuentas de collar, botellas de perfume o ruecas se hallaban esparcidos dentro de los edificios y a lo largo de las calles.
“Tendían a agruparse en diferentes partes de los campamentos”, afirma. La localización de los objetos sugiere que las mujeres jugaban un papel activo y plenamente integrado en la vida de los campamentos, los cuales podían ser descritos mejor como ciudades en toda regla, con su mercado, que estériles reductos masculinos”.
Afirma que las mujeres desempeñaban un importante rol de “ayuda no combatiente”, como esposas, madres, artesanas y comerciantes.
La Dra. Allison manifiesta que sus conclusiones están apoyadas también por las evidencias de los restos de once recién nacidos, enterrados cerca de los barracones del fuerte.
Algunos historiadores, que mantenían la visión “segregacionista” intentaron explicar de un modo poco convincente estos hallazgos, argumentando que estos restos fueron accidentalmente enterrados dentro del campamento.
Pero la Dra. Allison rechaza esta hipótesis.
Ella afirma que hay pruebas, como inscripciones de tumbas, que manifiestan que los hombres legaban sus propiedades a las mujeres con las que habían tenido relaciones estables.
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