Sacado del Periódico Nueva España
Los dineros de Roma
ERNESTO BURGOS Las monedas suelen estar siempre entre los hallazgos materiales que más agradecen los arqueólogos porque aportan mucha información sobre la antigüedad real de los yacimientos y además al público le gusta verlas en los museos más que los otros objetos que se sacan de la tierra y que a los ojos de los profanos no son más que trozos de cacharros rotos, fragmentos de hierros sin forma definida o piedras con alguna abreviatura en latín, que al visitante no le dice nada. Los emperadores romanos las utilizaron como la mejor vía de propaganda porque pasan de mano en mano y todo el mundo las cuida, de modo que plasmaron en ellas sus retratos y los de sus mujeres y sus hijos con un realismo que para sí quisieran los euros y en sus reversos grabaron las imágenes de los dioses y celebraron las victorias militares, los acontecimientos familiares y hasta las buenas cosechas y el final de las epidemias.
Algunos de estos mandatarios ordenaron fundir a lo largo de sus vidas cientos de ejemplares diferentes y por eso han llegado tantos hasta nuestros días. En nuestras Cuencas la relación de las que se han hallado también es extensa, pero desgraciadamente casi todas se han perdido y sólo podemos saber que existieron por el recuerdo de los vecinos o las anotaciones de los eruditos que las tuvieron en sus manos. De esta forma conocemos que sobre el mierense barrio de La Villa, en el llamado Castiello de Bustiello, se encontró hace casi un siglo una pieza de plata. Se la dieron al empresario José Sampil y éste a su vez a Miguel Buylla que a principios del siglo XX era uno de los pocos estudiosos de la historia local.
Hoy está en paradero desconocido pero conservamos un dibujo en el que se ve que presentaba una perforación en su centro y el rostro de un emperador al que siempre se ha identificado como Tiberio lo que nos llevaría a la segunda década de la era cristiana. También fue Miguel Buylla quien comunicó en la primavera de 1937 el hallazgo de otra moneda de bronce al hacer unas obras frente al Ayuntamiento de Mieres, un lugar muy próximo también a Bustiello y por el que pasaba la vía romana hacia el centro de la región. En este caso apuntó sus características: 31milímetros y un peso de 12 gramos. La tuvo en propiedad la familia Cuesta y aunque sabemos que presentaba en el reverso la figura de un toro con la palabra CLUNIA, el dato no nos sirve para determinar quien fue el emperador que la mandó acuñar porque hubo varios que siguieron este modelo.
Saliendo de Mieres, en las proximidades de Santibáñez de Murias (Aller), se descubrió en el siglo XIX un lote de más de un centenar de monedas de cobre y plata de los tiempos de Augusto y Tiberio y en el castro del Picu Castichu, de Cabezón (Lena) por la misma época apareció otro un tesorillo junto a "cuchillos y una piedra de moler". Los Castiechos, de Pola del Pino y el mismísimo cementerio de Soto, son otros dos lugares alleranos, también marcados por los hallazgos casuales, pero de los que no podemos dar más datos.
Más suerte tenemos con el depósito monetario que se encontró en Langreo en 1865 y que recogía piezas de distintas épocas y de pequeño módulo, porque alguien anotó en su momento que las más antiguas llevaban la efigie de Constantino, por lo que nos encontraríamos ante una colección posterior al año 306. Y lo mismo en el Castiechu, en Lena, donde actualmente se levanta la iglesia de Santa María, donde también aparecieron monedas datadas entre el 253 y el 337 con efigies de Galieno, Claudio el Gótico y otros emperadores de la decadencia, que seguramente se ocultaron intencionadamente y demuestran que el lugar estuvo habitado mucho antes del siglo XI, cuando aparece citado en documentos escritos.
En esta lista también encontramos algún fiasco, como la supuesta medalla de Agripa que en la década de 1980 se dio por aparecida en una aldea turonesa y que resultó ser falsa, pero en fin, dejando de lado estas anécdotas, tenemos que llegar inevitablemente hasta el yacimiento del Curriechos, en La Carisa, donde los escasos ejemplares que se han catalogado en estos años de excavaciones, sí han sido estudiados adecuadamente. Veámoslos de cerca:
La verdad es que el panorama de la colección es muy pobre para lo que se espera de un campamento romano, aunque hay que aclarar que en estas excavaciones, a no ser que haya un golpe de suerte y se dé con un depósito destinado a pagar a la tropa o escondido intencionadamente, lo que se puede encontrar no es otra cosa que lo que fueron extraviando casualmente los legionarios acampados, pero así y todo, en este caso solo hablamos de cuatro piezas.
Una es un denario de Julio Cesar acuñado entre el 49-48 antes de Cristo que representa en su anverso un elefante y en su reverso varios objetos de los que usaban los sacerdotes en las ceremonias religiosas. Fue acuñada en una ceca móvil para pagar a las legiones que le acompañaron en Las Galias y lo del paquidermo tiene la curiosidad de que es un símbolo del propio Cesar que, republicano como era, no se atrevía a poner todavía su efigie en las monedas y colocaba la figura de este animal cuyo nombre sonaba en alguna lengua bárbara muy parecido al del jefe romano. Es un ejemplar muy corriente, cuyo precio no pasa en las numismáticas especializadas de los 100 euros, como los otros hallados en La Carisa, pero su valor real, como se pueden suponer, lo da el lugar en que se encontraron y la información que de ellas puede obtenerse a la hora de saber por que caminos habían andado antes las legiones que nos visitaron en aquella campaña.
Otros dos son bronces de la época de Augusto, el primero acuñado en Celsa, en el valle del Ebro, y presenta en su anverso el busto del emperador y en el reverso un toro; el segundo se mandó fundir en una ciudad de lo que hoy es Francia y en ella vemos en el anverso las cabezas de Augusto y Agripa mirando respectivamente a izquierda y derecha y en el reverso la proa de un barco bajo un medallón. Por las inscripciones correspondientes que rodean estos motivos se han datado el uno antes del año 27 antes de Cristo y el otro pocos años más tarde.
La tercera es una de las emisiones imperiales de Publio Carisio, el legado que da nombre a nuestro paraje y se acuñó 23 años antes de nuestra era en la ceca de Emérita Augusta -ya saben, Mérida-, que acababa de fundarse con legionarios veteranos y, como un Benidorm clásico, contaba con todos los atractivos para pasar una buena jubilación.
Pero la que más me gusta es un As, también de bronce, que luce en su anverso la figura de Jano, el dios guerrero de las dos caras, y en el reverso la proa de un barco, uno de los símbolos de la República romana. La mando fundir Cneo Pompeyo tras la batalla de Munda, que se desarrolló en un lugar aún no determinado, pero que seguramente estaba emplazado entre Córdoba y Sevilla, en marzo del año 45 antes de Cristo.
Pompeyo y su hermano que se habían levantado contra Julio Cesar fueron derrotados por éste que estuvo personalmente en aquel campo de batalla y a pesar de todo tuvieron tiempo para cumplir su obligación con sus partidarios y pagarles con estas monedas acuñadas al efecto. Finalmente Cneo Pompeyo acabó siendo ajusticiado por los hombres de Cesar y nuestra moneda pasó a manos de uno de los vencedores
Sabemos que Cesar llevó con él hasta Munda ocho legiones de confianza y que entre estas estaban las denominadas V Alaudae y X Gémina, que luego participaron también en las Guerras cántabras bajo las órdenes de Publio Carisio. A partir de aquí, la deducción que hacen los arqueólogos es que pudo haberla traído hasta nuestras montañas un legionario que participó en ambos combates. Sin ser muy puntilloso ni poner en duda esta posibilidad, no deja de llamar la atención el sentido del ahorro de este militar, capaz de llevar consigo la misma moneda en las dos décadas largas que transcurrieron hasta que supuestamente se estableció el campamento del Curriechos, aunque es un detalle que se pasa de largo, como también la larga vida militar de este hombre que cuando entró en Asturias ya debía ser casi un anciano, como el resto de los que acompañaron a Julio Cesar en Munda.
Finalmente, la pieza localizada por el equipo habitual que se ha encargado en exclusiva del yacimiento todos estos años, figura actualmente tras un exhaustivo tratamiento de limpieza efectuado por un restaurador especializado entre los materiales más considerados que ha dado La Carisa. Ya ven que historias.
martes, septiembre 22
jueves, septiembre 17
Asturcones para el césar de Roma
Asturcones para el césar de Roma
Dos ejemplares de poni asturiano, «Alí» y «Palomero», debutan en las Guerras Cántabras, una multitudinaria fiesta de interés turístico nacional
Los Corrales de Buelna (Cantabria), Rebeca AJA
De espectadores a perfectos colaboradores. El caballo asturcón ha debutado en las Guerras Cántabras, una multitudinaria fiesta de interés turístico nacional que anualmente recrea, en la localidad cántabra de Los Corrales de Buelna, las contiendas entre cántabros y romanos, sucedidas entre los años 29 a 19 antes de Cristo. Un estreno con éxito, piensan desde las filas de la Asociación de Criadores de Ponis de Raza Asturcón (ACPRA), y que amplia la labor de difusión y promoción de la raza fuera de las fronteras asturianas.
La participación, por primera vez, de asturcones en la interpretación de los hechos acontecidos hace más de dos mil años entre las legiones del emperador César Augusto y el pueblo cántabro responde a un doble deseo: el de ACPRA por promover y extender la defensa y conservación de la raza, y el de los promotores de la fiesta cántabra por sumar nuevos elementos de realismo a la interpretación, de acuerdo con la diversa documentación histórica que recoge la presencia del caballo asturcón durante las guerras con las que Roma se propuso doblegar las tribus cántabras.
En septiembre de 2008, la Asociación de Criadores de Ponis de Raza Asturcón aceptaba la invitación de la organización de las Guerras Cántabras (Aguecan) para conocer de cerca el espectáculo y valorar su participación en futuras ediciones.
Un año después, ACPRA ha repetido visita a Los Corrales de Buelna pero esta vez aportando dos protagonistas a una de las representaciones más importantes de las Guerras Cántabras, la entrada triunfal de César sobre el pueblo cántabro que clausuró, el pasado 6 de septiembre, la novena edición de las Guerras (se celebran durante dos fines de semana consecutivos, el último de agosto y el primero de septiembre).
La llegada del emperador para declarar la Pax Romana sucedía sobre una biga (carruaje de dos caballos) tirada por dos asturcones, «Alí» y «Palomero», y guiada por el director técnico de ACPRA, Lucas Lorenzo.
Un día antes, ese mismo enganche protagonizaba la entrada del General Agripa en uno de los escenarios recreados en la localidad cántabra de Los Corrales de Buelna, el Circo Máximo, durante la interpretación de la conquista romana de las tierras montañesas. Una jornada que incluyó una demostración de doma y el acercamiento de las cualidades morfológicas y de manejabilidad del poni autóctono de Asturias al gran número de visitantes que anualmente congrega esta celebración en Cantabria.
La participación de ACPRA ha corrido a cargo de dos equinos de indudable porte y preparación para el enganche, disciplina en la cual este tronco de asturcones obtuvo, el año pasado, un importante premio en un prestigioso concurso en la localidad vasca de Ordizia.
Diversos autores hablan de un caballo «pequeño y de mal aspecto», pero muy «duro y veloz», tan útil para el carro como para el jinete por su «paso portante». La documentación histórica deja constancia de la participación del caballo asturcón en la conquista de Roma, cuya legendaria fortaleza y resistencia acredita. Incluso se cuenta que el asturcón fue considerado un animal sagrado y que los legionarios romanos quedaran afectados por la «bárbara costumbre de sus enemigos astures de sacrificar algunos caballos en las noches de plenilunio, como ofrenda preciosa a su dios de la guerra».
Roma no pasó por alto las virtudes del caballo asturcón y, finalizadas las guerras, muchos ejemplares de esta raza fueron transportados a Roma para seguir sirviendo a las legiones romanas.
Dos ejemplares de poni asturiano, «Alí» y «Palomero», debutan en las Guerras Cántabras, una multitudinaria fiesta de interés turístico nacional
Los Corrales de Buelna (Cantabria), Rebeca AJA
De espectadores a perfectos colaboradores. El caballo asturcón ha debutado en las Guerras Cántabras, una multitudinaria fiesta de interés turístico nacional que anualmente recrea, en la localidad cántabra de Los Corrales de Buelna, las contiendas entre cántabros y romanos, sucedidas entre los años 29 a 19 antes de Cristo. Un estreno con éxito, piensan desde las filas de la Asociación de Criadores de Ponis de Raza Asturcón (ACPRA), y que amplia la labor de difusión y promoción de la raza fuera de las fronteras asturianas.
La participación, por primera vez, de asturcones en la interpretación de los hechos acontecidos hace más de dos mil años entre las legiones del emperador César Augusto y el pueblo cántabro responde a un doble deseo: el de ACPRA por promover y extender la defensa y conservación de la raza, y el de los promotores de la fiesta cántabra por sumar nuevos elementos de realismo a la interpretación, de acuerdo con la diversa documentación histórica que recoge la presencia del caballo asturcón durante las guerras con las que Roma se propuso doblegar las tribus cántabras.
En septiembre de 2008, la Asociación de Criadores de Ponis de Raza Asturcón aceptaba la invitación de la organización de las Guerras Cántabras (Aguecan) para conocer de cerca el espectáculo y valorar su participación en futuras ediciones.
Un año después, ACPRA ha repetido visita a Los Corrales de Buelna pero esta vez aportando dos protagonistas a una de las representaciones más importantes de las Guerras Cántabras, la entrada triunfal de César sobre el pueblo cántabro que clausuró, el pasado 6 de septiembre, la novena edición de las Guerras (se celebran durante dos fines de semana consecutivos, el último de agosto y el primero de septiembre).
La llegada del emperador para declarar la Pax Romana sucedía sobre una biga (carruaje de dos caballos) tirada por dos asturcones, «Alí» y «Palomero», y guiada por el director técnico de ACPRA, Lucas Lorenzo.
Un día antes, ese mismo enganche protagonizaba la entrada del General Agripa en uno de los escenarios recreados en la localidad cántabra de Los Corrales de Buelna, el Circo Máximo, durante la interpretación de la conquista romana de las tierras montañesas. Una jornada que incluyó una demostración de doma y el acercamiento de las cualidades morfológicas y de manejabilidad del poni autóctono de Asturias al gran número de visitantes que anualmente congrega esta celebración en Cantabria.
La participación de ACPRA ha corrido a cargo de dos equinos de indudable porte y preparación para el enganche, disciplina en la cual este tronco de asturcones obtuvo, el año pasado, un importante premio en un prestigioso concurso en la localidad vasca de Ordizia.
Diversos autores hablan de un caballo «pequeño y de mal aspecto», pero muy «duro y veloz», tan útil para el carro como para el jinete por su «paso portante». La documentación histórica deja constancia de la participación del caballo asturcón en la conquista de Roma, cuya legendaria fortaleza y resistencia acredita. Incluso se cuenta que el asturcón fue considerado un animal sagrado y que los legionarios romanos quedaran afectados por la «bárbara costumbre de sus enemigos astures de sacrificar algunos caballos en las noches de plenilunio, como ofrenda preciosa a su dios de la guerra».
Roma no pasó por alto las virtudes del caballo asturcón y, finalizadas las guerras, muchos ejemplares de esta raza fueron transportados a Roma para seguir sirviendo a las legiones romanas.
miércoles, septiembre 16
ALBUM DE FOTOS DE OSCAR. GUERRAS CANTABRAS 2009
Guerras 2009 by Oscar Puras |
Impresionante colección de fotos que nos ha pasado OScar Puras.
Te he dicho que me pases las tuyas. Las colgaremos todas.
jueves, septiembre 10
IMPRESIONANTE ALBUM DE FOTOS DE TELOBIS
SI SEÑOR.
Para ver el mejor album de fotos de las guerras cantabras (y el más veterano) pincha aqui
AL SALAENO, LO QUE ES DEL SALAENO
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AL SALAENO, LO QUE ES DEL SALAENO
martes, septiembre 8
Muchas Gracias a todos.
No me gusta demasiado hacer estas cosas, por que siempre se pueden malinterpretar las intenciones, pero este año me siento un poco obligado.
Quisiera agradecer de todo corazón, a todas las personas que se han acercado a decir cuanto les ha gustado el nuevo emperador.
Es un animo muy grande que compensa y de que manera todo el trabajo y las horas echadas con Anabel, con Antistio, Corocota, Musa, Minerva, Drusila, para preparar los actos de este año. No os podeis imaginar lo importante que es para cualquiera de los personajes.
Hace olvidar, todas las dudas, todos los bloqueos, todos los nervios, todo el trajin durante el primer fin de semana, y que hace que se tenga aún más ganas de seguir trabajando para la fiesta.
También agradecer a todos los compañeros personajes por el buen rollo y el buen ambiente que ha hecho que todo haya sido más divertido. A Manolo, por los consejos y los ánimos previos al debut.
Y sobre todo a la "COACH" Anabel, que fué la que creyó en mí, y me ha dado un animo terrible y sobre todo la guía y la ayuda para tratar de hacerlo lo mejor que he podido.
Por eso, el año que viene seguiremos dandole caña a los Cantabros.
MUCHÍSIMAS GRACIAS A TODOS.
más fotos de Valeriano
Más fotos enviadas por el amigo valeriano. Impresionantes.
Desfile. El Emperador montado en cuadriga.
Desfile. El Emperador montado en cuadriga.
YA TERMINARON LAS FIESTAS
Y ya hemos desmontado.
Ya solo nos queda un año para la edición X de las guerras cantabras.
No es que vayamos ha hacer una peli para adultos, no. Es la décima edición de esta fiesta.
Poco a poco, iremos colgando las fotos y video. Espero que los demás pretorianos vayan pasando fotos paa ir colgando poco a poco.
Ya solo nos queda un año para la edición X de las guerras cantabras.
No es que vayamos ha hacer una peli para adultos, no. Es la décima edición de esta fiesta.
Poco a poco, iremos colgando las fotos y video. Espero que los demás pretorianos vayan pasando fotos paa ir colgando poco a poco.
jueves, septiembre 3
ALBUM DE BATALLA. POR RUBENIGER DISFORME
PARA ACCEDER PINCHA AQUI.
OJO, SI NO TIENES CUENTA DE FACEBOOK Y NO ERES AMIGO DE RUBEN, SEGURAMENTE NO PUEDAS VERLAS.
Rubén me ha enviado el enlace del Picasa
Este Album de Picasa pertenece a la página web de los Céltigos (como posteriormente he sabido). Perdón por el lapsus.
OJO, SI NO TIENES CUENTA DE FACEBOOK Y NO ERES AMIGO DE RUBEN, SEGURAMENTE NO PUEDAS VERLAS.
Rubén me ha enviado el enlace del Picasa
Este Album de Picasa pertenece a la página web de los Céltigos (como posteriormente he sabido). Perdón por el lapsus.
TRIBUNA LIBRE. EL DIARIO MONTAÑES
TRIBUNA LIBRE
Si la fiesta es bellum, bella es guerra
03.09.2009 - José Quintanal Díaz es doctor en Ciencias de la Educación. Profesor de la UNED
No podríamos encontrar mejor ejemplo para materializar aquella famosa máxima latina, atribuida a Julio César, que dice "si vis pacem, para bellum" (si quieres la paz prepara la guerra), que la celebración que en estas fechas se está conmemorando en Los Corrales de Buelna, de las "Guerras Cántabras". Resultan ejemplares, sobre todo porque confirman que la preparación de la guerra (que así es como los lugareños se refieren a su fiesta), es el mejor signo de paz, de concordia, de solidaridad, apertura y entrega. Todo un pueblo, se reúne en torno a la historia, para decir al mundo que se siente orgulloso, muy orgulloso, de su origen; reivindican unas raíces, hincadas en lo más profundo de sus corazones, para compartir con todos la belleza de su cultura. Por eso, invitan a cuantos con interés o curiosidad se acercan por allí, a participar de su celebración, a vivir y convivir. El paseo que ofrecen por la historia, es espectacular. Pero además, consiguen que nadie se sienta extraño entre ellos, y que todos, de un modo u otro, participen y vivan la fiesta. De entrada, la visita al campamento festero supone un auténtico deleite: por un lado, encontramos múltiples muestras del sentir popular; por otro, sorprende la disposición de todo el mundo, que se entrega por completo a disfrutar de su ágape. La idiosincrasia de este pueblo, enclavado en el corazón de la montaña cántabra, queda perfectamente reflejada en sus pallozas, que en su interior guardan un auténtico museo, con numerosos objetos y símbolos de la cultura popular, lo mismo que en sus tiendas, donde la convivencia preside toda la celebración. Aquí, en este marco, un pequeño reducto de nuestra historia ancestral, el "bellum" de la máxima cesariana se transforma ya en "bellus", y evoca lo agradable que resulta el encuentro con lo más íntimo de nuestro ser.
Además, hemos de reconocer que esta gente va más allá. Porque su fiesta, estas guerras que en apenas una década han logrado calar tan hondo en sus corazones, son algo más que una simple manifestación popular. Se han convertido en un auténtico libro que, abierto al mundo, es capaz de ver, y entender, lo que supuso la incardinación de la cultura romana en nuestro pueblo. Claro, que en este marco resulta fácil leer ese pasado que cada uno encobamos. En el campamento la historia se palpa, lo mismo que en el circo, con los desfiles o cuantas celebraciones son convocadas; allí todos, niños de la más tierna edad, o mayores, jóvenes, adultos y por supuesto, también ancianos, se entregan con pasión a este juego de la guerra, y se convierten por unos días, en protagonistas de su pasado. Es verdad, aquí la cultura se vive y la historia se hace fiesta. Nos gusta descubrir cómo, todos, festeros y visitantes, participan y gozan con el deleite de descubrir quénes somos, y cómo nos sentimos. Por eso esta guerra resulta un tanto especial, graciosa y agradable ("bella" hubiera dicho el historiador Estrabón).
Hemos de concluir nuestra glosa con un reconocimiento explícito al rigor con el que se ha ido construyendo esta celebración. Y no sólo en el tiempo, pues hemos ido viendo cómo cada edición, hasta el momento, aportaba algo nuevo, consiguiendo de este modo, ir escribiendo este libro (de la conquista romana o de la sublevación cántabra, como cada uno desee titularlo), en el que se representan los acontecimientos más significativos que esta historia tuvieron lugar. En el pueblo de Los Corrales de Buelna, las guerras consiguen demostrarnos cómo la cultura crece. El atrezo, da cuenta del rigor y la meticulosidad con la que los festeros lo preparan. Cuidando el rito manifiestan la estima en que tienen su fiesta; hasta el más nimio detalle en los vestidos, las joyas, o las armas, el decorado o las representaciones nos lo demuestran. Por eso resultan un ejemplo de convivencia, verdadera exaltación de lo popular, que confiere carácter identitario al pueblo que la celebra, y del que todos, todos nosotros, cántabros del hoy, nos sentimos orgullosos, muy orgullosos. Así pues, es cierto: si la fiesta es bellum, bella es guerra.
MUCHAS GRACIAS.
Si la fiesta es bellum, bella es guerra
03.09.2009 - José Quintanal Díaz es doctor en Ciencias de la Educación. Profesor de la UNED
No podríamos encontrar mejor ejemplo para materializar aquella famosa máxima latina, atribuida a Julio César, que dice "si vis pacem, para bellum" (si quieres la paz prepara la guerra), que la celebración que en estas fechas se está conmemorando en Los Corrales de Buelna, de las "Guerras Cántabras". Resultan ejemplares, sobre todo porque confirman que la preparación de la guerra (que así es como los lugareños se refieren a su fiesta), es el mejor signo de paz, de concordia, de solidaridad, apertura y entrega. Todo un pueblo, se reúne en torno a la historia, para decir al mundo que se siente orgulloso, muy orgulloso, de su origen; reivindican unas raíces, hincadas en lo más profundo de sus corazones, para compartir con todos la belleza de su cultura. Por eso, invitan a cuantos con interés o curiosidad se acercan por allí, a participar de su celebración, a vivir y convivir. El paseo que ofrecen por la historia, es espectacular. Pero además, consiguen que nadie se sienta extraño entre ellos, y que todos, de un modo u otro, participen y vivan la fiesta. De entrada, la visita al campamento festero supone un auténtico deleite: por un lado, encontramos múltiples muestras del sentir popular; por otro, sorprende la disposición de todo el mundo, que se entrega por completo a disfrutar de su ágape. La idiosincrasia de este pueblo, enclavado en el corazón de la montaña cántabra, queda perfectamente reflejada en sus pallozas, que en su interior guardan un auténtico museo, con numerosos objetos y símbolos de la cultura popular, lo mismo que en sus tiendas, donde la convivencia preside toda la celebración. Aquí, en este marco, un pequeño reducto de nuestra historia ancestral, el "bellum" de la máxima cesariana se transforma ya en "bellus", y evoca lo agradable que resulta el encuentro con lo más íntimo de nuestro ser.
Además, hemos de reconocer que esta gente va más allá. Porque su fiesta, estas guerras que en apenas una década han logrado calar tan hondo en sus corazones, son algo más que una simple manifestación popular. Se han convertido en un auténtico libro que, abierto al mundo, es capaz de ver, y entender, lo que supuso la incardinación de la cultura romana en nuestro pueblo. Claro, que en este marco resulta fácil leer ese pasado que cada uno encobamos. En el campamento la historia se palpa, lo mismo que en el circo, con los desfiles o cuantas celebraciones son convocadas; allí todos, niños de la más tierna edad, o mayores, jóvenes, adultos y por supuesto, también ancianos, se entregan con pasión a este juego de la guerra, y se convierten por unos días, en protagonistas de su pasado. Es verdad, aquí la cultura se vive y la historia se hace fiesta. Nos gusta descubrir cómo, todos, festeros y visitantes, participan y gozan con el deleite de descubrir quénes somos, y cómo nos sentimos. Por eso esta guerra resulta un tanto especial, graciosa y agradable ("bella" hubiera dicho el historiador Estrabón).
Hemos de concluir nuestra glosa con un reconocimiento explícito al rigor con el que se ha ido construyendo esta celebración. Y no sólo en el tiempo, pues hemos ido viendo cómo cada edición, hasta el momento, aportaba algo nuevo, consiguiendo de este modo, ir escribiendo este libro (de la conquista romana o de la sublevación cántabra, como cada uno desee titularlo), en el que se representan los acontecimientos más significativos que esta historia tuvieron lugar. En el pueblo de Los Corrales de Buelna, las guerras consiguen demostrarnos cómo la cultura crece. El atrezo, da cuenta del rigor y la meticulosidad con la que los festeros lo preparan. Cuidando el rito manifiestan la estima en que tienen su fiesta; hasta el más nimio detalle en los vestidos, las joyas, o las armas, el decorado o las representaciones nos lo demuestran. Por eso resultan un ejemplo de convivencia, verdadera exaltación de lo popular, que confiere carácter identitario al pueblo que la celebra, y del que todos, todos nosotros, cántabros del hoy, nos sentimos orgullosos, muy orgullosos. Así pues, es cierto: si la fiesta es bellum, bella es guerra.
MUCHAS GRACIAS.
MAS FOTOS DE VALERIANO
OTRAS 3 FOTOS QUE ME HA PASADO VALERIANO DE DISCAN.
Gracias a la magnificiencia del emperador que perdona la vida a este insolente cantabro. El legionario parece un torero a punto de dar la estocada. ;)
Gracias a la magnificiencia del emperador que perdona la vida a este insolente cantabro. El legionario parece un torero a punto de dar la estocada. ;)
miércoles, septiembre 2
fotos del primer fin de semana 2009
CESIÓN DE LAS TROPAS A CAYO ANTISTIO E IMPOSICIÓN DE LA CORONA TRIUMPHALIS
Animo a todos a mandar fotos, o enlaces para poner en este blog.
LOS MEJORES LEGIONARIOS
martes, septiembre 1
ACTUALIZACIÓN NECESARIA
Hemos actualizado al nuevo motor de Blogger. Es diferente a la anterior plantilla y de momento he perdido algunas aplicaciones.
Espero que siga gustando.
Espero que siga gustando.
EL NUEVO CESAR AUGUSTO
Otra vez dar las gracias a Valeriano de DISCAN, por esta magnifica foto que luego he retocado un poco. La original es en color.
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