La vieja Astúrica Augusta cerró ayer sus fiestas astur romanas con dos acontecimientos adversos: un robo en el mercado y la lesión de uno de los competidores en los juegos que permitieron elegir al indígena más forzudo del territorio. Por orden cronológico, y si el concierto del grupo local Gandalf logró hacer bailar en armonía a astures y romanos hasta la madrugada de ayer en el parque de El Melgar, a pocos metros del escenario y, previsiblemente, horas después, uno o varios desconocidos robaron mercancía por un valor sin cuantificar al menos en uno de los puestos del recinto, cuyo propietario presentó después denuncia en comisaría, según pudo saber este periódico. Pese a que el suceso causó cierto revuelo entre los vendedores, las fuentes municipales consultadas aseguraron que tres vigilantes velaron por la seguridad del mercado durante toda la noche, incluso cuando, pasadas las cuatro de la mañana, el recinto se quedó a oscuras y hubieron de recurrir a grandes linternas cedidas por la policía local.
En cuanto a los juegos astures, un participante cuya identidad responde a las iniciales R.P., de 130 kilos de peso, fue evacuado de la plaza de toros por el personal sanitario del Sacyl y trasladado al Hospital de León, tras sufrir una lesión en el cuello como consecuencia de una mala caída. Fuentes médicas consultadas por Diario de León aseguraron que el paciente fue desplazado inmovilizado y medicalizado, y que el pronóstico inicial no aventuraba consecuencias de gravedad para él. Minutos después de la caída el paciente podía mover brazos y piernas, mostraba en ellos sensibilidad y permanecía consciente, indicaron fuentes de la organización.
Por lo demás, el joven David Fernández Peláez, de la localidad zamorana de Fuentes de Ropel y de 20 años de edad, se proclamó ayer vencedor de los segundos juegos astures, y logró como premio un torques elaborado en oro y plata. El concursante fue superando a sus otros 37 adversarios, incluso al ganador de la pasada edición, Miguel Javier Burgo, que cayó frente a otro aspirante al título, Macario Martín, en la carrera lastrada en la que los jugadores debían correr 50 metros arrastrando un peso de 40 kilos.
La competición reunió a representantes de diversas zonas del territorio astur, entre los que figuraron un concursante de sólo 16 años -Alberto Leal- y otro de 47 -Antonio González-, que fueron, respectivamente, el benjamín y el veterano de la jornada. También participaron tres mujeres, entre ellas Martina de la Puente, campeona de España por octava vez consecutiva de lanzamiento de peso, que recibió otro torques de oro y plata como recuerdo de su presencia. Las otras dos féminas, que fueron eliminadas en la primera y la cuarta prueba, lograron el reconocimiento del público y de sus propios compañeros, con los que quisieron competir en igualdad de condiciones.
Los juegos, que fueron contemplados por más de dos mil personas, depararon numerosos muestras de deportividad entre los contendientes, entre las que cabe destacar los aplausos con los que los varones animaron a María Alfonso para que alcanzara la meta en la prueba hípica, en la que, compitiendo contra un hombre y con visible esfuerzo, desplazó dos grandes fíbulas de caballo celtibérico de 35 kilos de peso cada una.
Los aspirantes al torques de oro y plata midieron su fuerza con otras pruebas, como el lanzamiento del mazo astur -de 17,5 kilos de peso- y de disco -de 3,5 kilos-, o el salto de longitud y altura, en el que se lesionó otro jugador, Eugenio López, que logró recuperarse y siguió peleando por el premio hasta ser eliminado. Otros ejercicios fueron la lucha embestida -similar a una mele de rugby o pelea de toros-, el pugilato -el derribo del contrincante de un tablón elevado utilizando una pértiga mullida en sus extremos-, la escaramuza -el lanzamiento de jabalinas contra la silueta en movimiento de un legionario romano-, o una carrera portando una lanza y un escudo de hierro que pesaban, respectivamente, 19 y 12 kilos.
Todos los participantes lograron medallas conmemorativas, que les fueron entregadas por el caudillo astur Sebius, el César Josefus Orologius I y los deportistas leoneses Margarita Ramos y Manuel Martínez, que acudieron a los juegos y, en el caso del segundo, realizó una exhibición de lanzamiento de disco. El desfile de los triunfadores hasta la plaza Mayor y un concierto temático de la banda municipal cerraron los festejos.
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