Como manda la tradición y tras la muerte de Kekilayus, que sucumbió en una batalla, las ocho tribus de Astúrica presentaron a sus candidatos para coronar a un nuevo príncipe astur. Tras mucho fanfarroneo y lucha, las tribus decidieron quién sería el nuevo líder y encendieron, así, el fuego sagrado.
Mientras tanto, el ruido de las legiones comenzaba a oírse, los romanos llegaban a Astúrica y partiendo de la plaza Obispo Alcolea llegaron al Melgar donde instalaron su campamento.
Los astures continuaban la fiesta celebrando la elección del nuevo príncipe. Así, cuando comenzó a caer la noche inauguraron el primer pase de peinados que algunos peluqueros de Astúrica habían realizado esa misma tarde.
Según cuenta la historia, los astures transmitían su cultura en forma de leyendas y mitos. Los druídas eran los encargados de relatar el pasado, y a las 23.15 horas el testigo de la fiesta pasó a estos magos.
Druidas y leyendas
El archidruída subió al escenario, y colocado entre dos robles, uno vivo en representación de la vida, y otro quemado como símbolo de la muerte, comenzó a explicar qué son y la peculiaridad de estos magos. Mientras, algunos astures llevaron fuego y agua al escenario en representación de los elementos y el concurso de druídas dio comienzo. Cada participante relató una historia de entre cinco y diez minutos. El jurado juzgó el trabajo de los narradores en función de tres factores: originalidad, especificidad y teatralización. Sólo uno podía vencer.
A continuación y como final de la jornada, los astures quemarona ritmo de gaitas el gigantón, un muñeco realizado con paja, cañizo y madera de cuatro metros y medio de altura. Los astures creían en este sacrificio para conseguir el favor de los dioses, invocándolos para que el enemigo no pudiera penetrar en sus tierras.
La fiesta y la alegría seguían reinando entre los miembros del pueblo astur, ajenos a las intenciones de los romanos, que pretenderán atacarlos y conquistarlos hoy para convertir su territorio en la ciudad de Astúrica Augusta. ¿Llegaran los astures y los romanos a firmar la paz?
Pobladores y foráneos compartirán campamento en el Melgar
Una de las novedades de la edición de las fiestas astur romanas de este año es el hecho de que ambos pueblos dispondrán de un espacio para sus respectivos campamentos, en los que recrearán las ocupaciones propias de la época y en los que tendrán lugar buena parte de las actividades. El escenario elegido, el parque de El Melgar, acogerá iniciativas como la denominada ¡Y yo con estos pelos !, en la que los profesionales de la peluquería transformarán la imagen de quienes los visiten, o los talleres infantiles y el concurso de aureanos.
Además, la celebración se trasladará en varias ocasiones a las calles y plazas de la ciudad, en un intento por someter a la actual Astorga a un ejercicio de recreación histórica. Así, las cenas de los grupos, un espectáculo de invocación a los elementos o el desfile de los triunfadores de los juegos astures recorrerán la localidad. En definitiva, durante estos días la antigua Astúrica Augusta tratará de recuperar su pasado más brillante.
La llegada del César y la firma de la paz entre ambos pueblos centrarán la jornada de hoy
El circo tendrá su equivalente indígena en los juegos que evaluarán habilidad y fuerza
FirmaMaite Almanza Lugarastorga
La capital maragata vive desde ayer inmersa en las fiestas que recrean su pasado de hace más de dos mil años. Los actos astur romanos devolverán como por arte de magia a las calles de la ciudad a los antiguos pobladores de la zona y a los amenazadores romanos que osaron invadirla.
Si ayer la jornada tuvo un marcado carácter astur, la llegada hoy del César a la urbe marcará el inicio de la convivencia de los dos pueblos, previa a la cual los antaño enemigos firmarán la paz en un acto en el que desearán que lugareños y foráneos vivan en concordia los festejos, que terminarán el domingo.
La organización, que espera reunir a más de dos mil personas que participen activamente en las actividades previstas, ha puesto especial cuidado este año en la ambientación. Ésta será relevante sobre todo en propuestas que han demostrado su gran capacidad de convocatoria, como el circo romano de mañana, que tendrá su equivalente en los juegos astures del domingo.
Los participantes en ambas citas deberán poner a prueba no sólo su destreza en la superación de los ejercicios, sino también su fuerza -de modo especial el día 31-. El mercado astur romano, otro de los actos clásicos en estos festejos, volverá a ofrecer a sus visitantes embriagadoras esencias, pero también hermosos objetos de artesanía, para deleitar las horas previas a tan encarnizadas contiendas. Pero si de propuestas que enloquecen los sentidos se trata, no hay que olvidar la denominada Ire at vinus, el recorrido de los grupos por los bares de la ciudad para entretener la sed; el Iter Tabernarum , en el que participará hasta el mismísmo César; o la fiesta de la tapa.
La música tampoco queda fuera de los festejos. Gandalf amenizará la noche del sábado y la banda municipal cerrará la celebración con un concierto con sorpresa.
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